Nota de prensa

LA FÁBRICA REÚNE EN “MIGUEL ÁNGEL CAMPANO. LA PINTURA Y EL MAL” UN COMPLETO EPISTOLARIO ESCRITO POR EL ARTISTA ENTRE 1971 Y 2012

DIRECTORA DE COMUNICACIÓN
Isabel Cisneros
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Publicado en la colección Blow Up, las cartas, dirigidas a su amigo y catedrático de Filosofía Nicolás Sánchez Durá, abarcan más de 40 años de la vida del pintor y profundizan en su universo creativo y en sus conflictos artísticos, políticos y personales  

Algunas de las cartas incluyen dibujos, bocetos o esquemas de cuadros en los que se encontraba trabajando en el momento en el que fueron escritas

La obra cuenta con una introducción del propio Sánchez Durá, comisario de varias exposiciones de Miguel Ángel Campano, que recuerda su relación personal y profesional con el pintor madrileño

224 páginas | Español | 14, 5 x 22 cm PVP 18 € | ISBN 978-84-17769-47-5

Miguel Ángel Campano. La pintura y el mal es el último título de la colección BlowUp. Libros Únicos, editada por La Fábrica.

Este libro es un epistolario inusual, que recoge las cartas que el pintor, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1996, envió durante más de cuarenta años al catedrático de Filosofía Nicolás Sánchez Durá, entre 1971 y 2012. Sánchez Durá fue, además de amigo personal de Miguel Ángel Campano, galerista suyo y comisario de varias de sus exposiciones.

De las cartas emerge el espíritu impetuoso del artista, que recorre su biografía mientras da cuenta de sus ideas sobre la pintura, sus reflexiones desde el psicoanálisis o su pasión por el arte o la literatura.

Estas cartas nos descubren, en primera persona, el carácter impetuoso del pintor y ponen de manifiesto una larga e íntima amistad que, como señala Sánchez Dura, era “tan radical como amorosa, exigente en extremo y espléndida.”

Nos encontramos, en palabras del profesor, ante “los capítulos centrales de una biografía dispuestos desde una perspectiva cuya lógica narrativa aúna la meditación sobre la pintura espoleada desde una dedicación incesante, la reflexión sobre sí mismo desde el psicoanálisis y la apelación tanto a la literatura como a la historia del arte —y con el paso del tiempo en mayor medida— a la filosofía.”

Dibujos, bocetos o esquemas de cuadros que en un determinado momento obsesionaban al pintor formaban parte también de esta correspondencia y aparecen reproducidos en este libro.

El libro cuenta con una introducción del propio de Nicolás Sánchez Durá en la que recuerda los comienzos de la amistad entre ambos – en las noches del valenciano Capsa 13 – e introduce la compleja relación de Campano con su padre y como esta influyó en su obra, así como lo hizo también su “destierro” en París.

Sobre Miguel Ángel Campano

Miguel Ángel Campano (Madrid, 1948-2018) fue uno de esos artistas que se mantuvo ajeno al bullicio público incluso tras recibir el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1996 y figurar en las más prestigiosas colecciones públicas y privadas (British Museum, MNCARS, Centro Pompidou, IVAM, fundaciones La Caixa, Juan March, Nishi-Nippon Broadcasting, Peter Stuyvesant, Hastings, Coca-Cola, Colección Banco de España…).

Con el paso de los años su figura no hace más que agrandarse, al poner el tiempo en su sitio la contemporaneidad y riqueza de su obra. Hoy, este artista ha alcanzado ya el estatus de clásico, y su trayectoria merece ser mejor conocida.

Perteneciente a la llamada generación de la renovación de la pintura española, en la que también se encuadran José María Sicilia, Ferran García Sevilla, José Manuel Broto y Miquel Barceló, su carácter independiente, transgresor y experimental, su alma de creador inquieto en constante evolución, le hizo aferrarse a un “no estilo” en el que sin embargo gravitan el “action painting”, Motherwell, Delacroix, Cézanne, Nicolas Poussin y José Guerrero.

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