Apunta maneras este Proust, por Sergio del Molino

¿Quién dijo que en Facebook se pierde el tiempo? Trasteando por allí me entero (gracias al escritor Carlos Pardo) de que la entrada de Wikipedia en español dedicada a En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust está redactada por alguien o álguienes con un gusto y criterio literarios extraños. Copio y comento debajo:

Se suele decir que los escritores noveles utilizan numerosos elementos autobiográficos para escribir sus primeras novelas. Y también que todos los narradores beben de sus propias biografías para escribir sus ficciones. Es justo decir que En busca del tiempo perdido es una novela autobiográfica de un escritor prácticamente novel. Para comprenderla en toda su profundidad es necesario haberse informado sobre la vida del propio Proust: su infancia, sus amigos, sus estudios, su vida de dandy en ambientes mundanos, su familia…

Desde este punto de vista solamente, se puede afirmar que la literatura de Proust es una aventura literaria incompleta, «un parcours artistique brisé par la mort»: no avanza más allá de la autobiografía ficcionalizada, eso sí, de una belleza literaria extraordinaria, de una sutilidad psicológica deslumbrante, de una inteligencia fuera de lo común. Debido a su muerte temprana (y prematuramente auto-profética) no se convierte en el gran escritor que inventa mundos o que reinventa la realidad más allá de su propia autobiografía. No se convierte en un escritor de oficio inventor de tramas y personajes, sino que permanece para siempre en la categoría de escritor no profesional, o escritor dandy que hace de la literatura su pasatiempo y su razón de ser principal. Ello no resta valor a los otros méritos de la novela.

Yo pensaba que esa coletilla maldita que se nos endosa a los escritores de vocación autobiográfica era una simple falta de respeto, una de tantas con las que tiene que bregar quien se dedica a escribir cosas en público. Pero enmendarle la plana a Proust… Enmiéndemela a mí. Le acepto y le tolero que venga a decirme: vamos, muchachote, a ver cuándo escribes un libro “de verdad” y no una de esas tonterías autobiográficas tuyas. Es decir, a ver cuándo te gradúas de novelista. Soy una persona educada y pacífica, no le voy a contestar ni a pegar, dígame lo que quiera, no me respete como escritor ni como persona. Lo que no le consiento de ninguna manera es que falte a Proust. Lávese la boca antes de meterse en Wikipedia. ¿Qué es eso de “aventura literaria incompleta”? ¿No lo son todas, acaso? Salvo los escritores que se plantan y dicen ya no escribo más, todos se mueren sin completar nada. Las obras completas lo son por defunción de su autor, rara vez por su voluntad. Y bien saben los viudos y las viudas que toda obra completa es susceptible de completarse con tres o cuatro póstumas.

Presentar En busca del tiempo perdido, quizá la salvajada más ambiciosa y monumental de la literatura contemporánea, de ejercicio de autor casi novel roza lo mezquino y es propio de alguien con la sensibilidad literaria del esparto. Hay gente muy bruta que concibe la literatura como unas oposiciones a notario: un escritor no es escritor hasta que no se saca una novela con su trama, sus clímax, su indagación psicológica, su giro inesperado y su cierre redondo. Y todo inventado, ficción pura, que no se entere el tribunal de las oposiciones de que el escritor ha usado materiales de su propia vida porque eso es como copiar en un examen. Hace falta ser bruto para pensar así de cualquier autor, pero decirlo de Proust es lo más cercano a la blasfemia que mi yo ateo ha leído.

Que “no avanza más allá de la autobiografía ficcionalizada”, dice. Vamos, que le parece poco, que no se esforzó. Que no está mal para empezar, que es una buena muestra. Apuntaba maneras, este Proust, qué pena que no le diera tiempo a escribir una novela de detectives o de templarios que demostrase que de verdad tenía madera de escritor.

La Wikipedia está en manos de salvajes. Alguien debería sacarles de allí.