Entrevista a Luisgé Martín, director de Eñe

En Eñe estamos de enhorabuena. Llega a las librerías nuestro número de verano, y con él una sorpresa que estábamos deseando compartir con vosotros: el escritor Luisgé Martín (1962, Madrid) acaba de convertirse en el nuevo director de Eñe. Trae bajo el brazo Cataluña con enye, un número muy especial dedicado a los puentes, ventanas y laberintos que Cataluña y España comparten. A continuación entrevistamos a Luisgé Martín para que los lectores de Eñe podáis conocer a nuestro nuevo director un poco más a fondo: 

 

¿Qué papel crees que desempeñan proyectos como revista Eñe en la difusión de la cultura?

Un papel de resistencia cada vez más necesario. Alguien comparaba con humor hace poco a los lectores de nuestro tiempo con los cristianos primitivos: vivimos en catacumbas, casi escondidos y despreciados, pero estamos tan convencidos de nuestra fe que soportamos cualquier prueba que se nos ponga. A mí me parece que la literatura es, en esta sociedad ilusoria, utilitarista, hiperconsumista y ramplona en la que vivimos, más inexcusable que nunca. Tiene el valor de la conciencia y el valor de la inutilidad. Y en ese mundo, proyectos como el de Eñe son imprescindibles. Incluso aceptando que su resonancia sea la de las catacumbas, ayuda a ponerlo todo patas arriba, que es lo que necesitamos. Cada vez estoy más convencido de que sólo merece la pena apostar por las causas que van a contracorriente, y Eñe es un proyecto a contracorriente. Del siglo XXI, pero a contracorriente.

 

Acaba de llegar a las librerías “Cataluña con enye”, el primer número de la revista que has dirigido. ¿Qué podemos encontrar en él?

Pues de entrada, una serie de textos magníficos de un grupo de escritores formidables, y ya con eso sería suficiente para justificar su lectura. Pero además creo que hemos logrado pintar un paisaje apasionante sobre Cataluña desde la cercanía y desde la fraternidad que siempre ofrece la literatura. Eñe no va a ser una revista de actualidad ni mucho menos, pero mi compromiso ha sido siempre el de reivindicar una literatura sin torres de marfil, manchada con la realidad, y voy a tratar de que Eñe, de alguna manera, siga ese camino. La literatura, entre otras cosas, nos muestra que nos parecemos todos bastante, aunque seamos todos distintos. Y este número de Eñe creo que lo prueba con claridad. En él he tenido el privilegio de contar con autores de primer nivel de todas las generaciones literarias que conviven ahora mismo, desde Caballero Bonald, que ha escrito un texto brillante sobre Barral, hasta Ignacio Martínez de Pisón o Laura Freixas. Y con algún extraterrestre literario como la gran Isabel Coixet.

 

Tiene la particularidad de ser un número casi bilingüe.

Sí, era algo imprescindible, y está señalado desde el mismo título: Cataluña con enye. Tres de los textos del bloque central de la revista, el bloque de creación, están escritos en castellano (los de García Montero, Lorenzo Silva y Mendicutti), tres en catalán (los de Sergi Pamiès, Carme Riera y Miquel de Palol) y uno (el de Jenn Díaz) en ambos idiomas a la vez. Pero todos ellos están traducidos a la otra lengua. Reivindicar el catalán desde una revista literaria siempre escrita en castellano no es un gesto, sino una declaración de principios. Y por eso en este número hemos cambiado hasta la cabecera, simbólicamente. No es Eñe, sino Enye.

 

¿Habrá cambios significativos en esta nueva etapa del proyecto Eñe?

Siempre hay cambios significativos cuando alguien toma en sus manos un proyecto como el de Eñe, incluso aunque quiera evitarlos. Cada uno tiene su mirada sobre el mundo literario, sus gustos, sus preferencias y sus ideas, y eso poco a poco se va trasladando a la revista. Pero no habrá revoluciones. Creo que el trabajo que estaba haciendo mi antecesora, Elena Medel, era magnífico, y los cambios serán paulatinos y a veces invisibles. Quiero que haya más presencia de artistas no escritores (gente del cine, de la música, de las artes plásticas) y quiero introducir alguna sección que hurgue un poco en la cocina del escritor (en la literaria, no en la gastronómica, que ahora está tan de moda).

 

¿Podrías adelantarnos algunos de los contenidos del próximo número de la revista?

El número de otoño se dedica tradicionalmente a publicar los cuentos ganadores del Premios Coseña Eñe, y así seguirá siendo. Además, tendremos con nosotros a Rafael Reig, con el Diario; a Lola Larumbe, dando la batalla; y a Luis Eduardo Aute, hablando de su biblioteca.

 

Eres un prolífico y multipremiado novelista y cuentista. Sin embargo, también has desempeñado una intensa carrera como editor y asesor cultural. ¿Crees que ambas actividades se complementan?

No sé si se complementan, pero desde luego forman parte de una pasión de 360º. Me interesa la cultura y en particular la literatura desde todas sus vertientes, y por eso cada una de mis facetas aprovechables las he dedicado a ellas como he podido. Y sí es cierto que a mi edad, y después de haber estado en casi todos los lados de las trincheras, es más fácil ver el paisaje completo, ver los árboles y ver el bosque a la vez. Espero que eso me ayude en este empeño de Eñe.

 

Tu última novela fue La vida equivocada, publicada en Anagrama el año pasado. ¿Estás preparando algún otro proyecto literario? ¿Puedes hablarnos sobre él?

Sí, en septiembre aparecerá un libro nuevo, extraño en mi trayectoria y del que estoy muy satisfecho. Se titula El amor del revés y lo publicará también Anagrama. Es un libro memorialístico en el que hablo de mi descubrimiento de la homosexualidad y del camino de perfección por el que tuve que pasar hasta ir ensamblando todas las piezas de mi personalidad. Es un libro que habla de la identidad, que habla del amor y que habla de la intolerancia de las sociedades en las que vivimos.

 

Y por último, ¿con qué autores te gustaría contar en la nueva etapa de Eñe?

Pues una de las primeras cosas de las que me he dado cuenta es de que querría contar con más autores de los que realmente caben. Al ser una revista trimestral, un año se pasa enseguida. Quiero que haya tres “niveles” de autores: autores consagrados y fuera de toda disputa, autores pujantes en crecimiento y autores desconocidos o semidesconocidos. Quiero que los tres niveles convivan, que puedan compartir las páginas de la revista Luis Mateo Díez, Sara Mesa y Daniel Jiménez, por ejemplo. Creo que una buena revista literaria tiene que tener esos mimbres. Sé que me resultará más difícil contar con los primeros, que tienen más demandas de todas partes y menos tiempo, pero redoblaré mis esfuerzos para tratar de convencer a gente como Juan Marsé, Luis Goytisolo o Elena Poniatowska de que nos acompañen.

 

(Si quieres saber más sobre «Cataluña con enye», puedes encontrar información aquí)

Entrevista: Juan Gómez Bárcena

Fotografía: Carlos Rosillo